miércoles, 1 de noviembre de 2023

Cruzar el Ohio?

Mirar a la otra orilla y ver un más allá. El horizonte se expande. En este lado, sentir el calor de la compañía, del abrazo, del sol de media tarde. Sentir que éste es mi sitio, mis sueños hechos realidad. Veo un barco navegando despacio en su ruta hacia el Mississippi. Despacio, tranquilo, contento. Avisando de nuevas aventuras por recorrer.
No se trata de tener que dejar este lado del río y atravesar el Ohio para ver lo que hay más allá, en la otra orilla. Se trata de que esto se acabará, y entonces tocará marchar. Y cuando ese momento llegue, saber que hay otros lugares donde estar, otra vida que vivir. 
Cruzar el río o volver atrás. De cualquier modo, nada será igual.
And so it begins. Again.

miércoles, 23 de agosto de 2023

Para siempre

 ¿Recuerdas cuando te conocí?

Mi alma era una habitación a oscuras llena de cajas de plástico azul y de cartón.

Apenas se podía dar un paso sin tropezar con restos del pasado, incluso de día. Todo hacía daño.

La vida era difícil. Respirar también (la soledad es opresiva). Al corazón le costaba latir.

La vida me empujaba. Mi cerebro me gritaba que le dejara en paz y mis ojos sólo querían llorar.

Acurrucada en mi sillón con una bandeja llena de desesperanza me limitaba a ver rostros desconocidos pasando por el televisor. Sonaban sus palabras sin sentido, vidas planas y palabras huecas. Sin sabor, sin aroma, sin materia, sin color. 

Me preguntaba si alguna vez saldría de aquel agujero sin fondo y asfixiante, si podría salvarme.

Levanté la mirada. Y apareciste tú. Y amaneció. Para siempre.

A quienes se nos fueron

Hablemos de la muerte.
Sin tabúes ni eufemismos.
Sin miedo.
Porque la muerte no es más que vida
que se va apagando,
que se transforma,
que va al encuentro de otras vidas,
al encuentro del amor que perdió,
de la felicidad sin dolor,
de la verdad sin mentiras,
de la paz sin preguntas,
de las respuestas que explican.

La muerte te hace mirar dentro de tu alma
para buscar a la persona que parece apagarse ante ti
y ver lo que sembró en tu vida,
lo que ha florecido con su ayuda
o en su compañía,
ver lo que has llegado a ser
gracias al tiempo que habéis compartido,
entender su presencia y su ausencia.

Y si, al mirar, encuentras el hueco que ha dejado
en su camino hacia Dios sabe dónde,
o esa goma que se estira
hasta casi romperse, pero resiste
y comprendes
que puedes seguir adelante
viviendo su presencia ausente, entonces
sabrás que esa persona estuvo aquí 
para darte vida con su vida,
que su misión está cumplida
y que tu sonrisa será la suya
a la espera del reencuentro,
de ese reencuentro que sólo
la misma muerte puede regalarnos.

Porque, al final, la muerte no es otra cosa
más que amar hasta el infinito
y más allá.


A mi madre. A mi padre. A los demás. Gracias. Por todo

Cuando me dejes

 

Cuando me dejes, no me des explicaciones.

Lo entiendo, lo que es nunca debió ser más.

Llegado el momento, dime simplemente que te vas.

Dime adiós con una sonrisa, con melancolía envinada en tinto

Y cierra la puerta con suavidad.

Y mientras oiga tus pisadas al bajar los escalones, alejándose,

Me quedaré soñando con puestas de sol sentidas y músicas vividas

Y dormiré feliz arropada en ellas

hasta que sea mi turno.


sábado, 15 de enero de 2022

"Knockin' on heaven's door" o La búsqueda infinita

No dejo de mirar más allá. Paso horas escrutando las nubes tras las que se adivina el sol por sus rayos prófugos, burlones, que techan el mar gris rizado por el levante. No sé lo que busco. Puede que me vea de polizón en uno de esos cruceros pequeños en busca de aventuras y nuevos paisajes. Quizá me imagine volando o caminando sobre las aguas para cruzar al otro lado de esta costa familiar y confortable. A lo mejor espero que surja un poderoso pero simpático superhéroe que me invite a pasear con él y a sobrevolar la ciudad, sintiendo el aire en la cara y la libertad sobre quienes viven pegados en el suelo.

Las cadenas que más nos aprisionan son las de algodón y seda, las más difíciles de romper. Incluso cuando aprietan demasiado, no llegamos a tirar demasiado para aflojar la tensión porque nos dan la seguridad de no caernos. Como si temiésemos que, al escurrirnos por ellas, la caída nos precipitara en un agujero negro, llevándonos a deslizarnos por una rampa y acabar quizá en una mazmorra más oscura, como en los dibujos de Scooby-Doo. Y que en esa mazmorra totalmente negra nos estuviese aguardando el monstruo al que tememos enfrentarnos. Lo que te impide librarte de tus ataduras es esa falta de confianza que te hace pensar que estás perdida, que no vas a poder defenderte, que vas a desaparecer engullida por la misma pesadilla cuyos ojos son lo único que puedes ver en esa oscuridad.

Y, sin embargo, no dejo de suspirar al imaginarme libre, en ese lugar donde brilla el sol siempre, donde la primavera y el verano son eternas, donde suenan canciones de rock sureño y te invitan a cerveza y a cantar con tu guitarra acústica acompañando a quienes lo hacen mejor que tú, y que elevan tu espíritu y ensanchan tu corazón. Donde se cuentan historias de victorias sobre el mal, sueños cumplidos, relatos que te hacen llorar de risa o de emoción, y la noche estrellada se alarga hasta el amanecer bajo una mágica luna llena. Donde sientes el calor del fuego y de la compañía, te miran sin juzgarte y con cariño, y eres una más, sólo (nada menos que) una más del grupo.

Siempre "Knockin' on Heaven´s Door..." 


viernes, 14 de agosto de 2020

Nunca más

A vosotros, los que a lo largo de mi historia
Habéis intentado hundirme.
Ya no me haréis daño.
Nunca más.
Porque tengo sueños.
Porque Dios ha querido y quiere que viva.
Porque tengo trabajo que hacer.

jueves, 11 de junio de 2020

Ser

Toca el bosque. Acaricia la playa. Pestañea las nubes.

Aférrate a un rayo de sol. Que tus ojos se llenen de mar. Pasea el cielo.

Y antes de lo que piensas, serás al fin.